Un álbum conceptual es siempre un tema delicado, pues requiere el uso de recursos menos musicales y más ambientales o narrativos para no perder el hilo, y eso puede truncar por completo la experiencia que supone la escucha concienzuda del disco. El concepto, la historia que quiere contarse, siempre juega un papel crucial en estas creaciones (¡Obvio!), y pasar de escucharlas sin conocer el trasfondo a escucharlas conociéndolo puede cambiar nuestra opinión por completo. Antes de conocer la historia que se esconde detrás del álbum debut de The Mars Volta, 'De-Loused In The Comatorium', no comprendía exactamente a qué venía tanta psicodelia, tanta letra incomprensible, tanto contraste. Pero la verdad es que, después de conocer la historia del desafortunado Cerpin Taxt (protagonista de una historia ficticia creada por Cedric Bixler-Zavala, el cantante de la banda que hoy nos ocupa), todo cobró sentido, y pude disfrutar a fondo de los increíbles, y también sumamente extravagantes, 61 minutazos que dura la ópera prima de estos americanos.
Ficha Técnica:
- Título: De-Loused In The Comatorium
- Artista: The Mars Volta
- Género: Rock Psicodélico
- Año de publicación: 2003
- Discográfica: Universal Records
- Duración: 60' 59" (10 pistas)
- País: E.E.U.U
La crítica
Ojalá estos tipos fueran más famosos. Lo son, desde luego, y bastante; pero no lo suficiente como para que yo pueda decir que no necesitan presentación, y con ello ahorrarme el tener que definir su peculiar sonido. No me atrevo a compararlos con nada ni nadie. No cometáis el error de pensar que son una especie de Pink Floyd modernos basándose en su etiqueta de rock psicodélico: el dúo compositivo que forman Cedric Bixler-Zavala y Omar Rodríguez-López es una máquina monstruosa que escupe unos temas a la vez emotivos, energéticos, divertidos, extraños y, sobre todo, muy, MUY originales.
La corta intro 'Son Et Lumiere' y la poderosa 'Inertiatic ESP' (recomiendo escucharlas una tras otra, como una sola canción) son las encargadas de abrir el disco y lo hacen por todo lo alto. No cabe duda de que la voz de Cedric es la protagonista absoluta de 'De-Loused', dándole a la música de TMV ese color particular, y aquí nos lo demuestra con un rango tremendo y unas melodías que no olvidaréis fácilmente.
Tras el primer contacto con el álbum nos llega 'Roulette Dares', una de mis favoritas del disco, mezcla de secciones rápidas y otras mucho más calmadas e hipnóticas. Mención especial merece el estribillo de este tema, rematadamente pegadizo y genial ejemplo del buen hacer de nuestro amigo Cedric. A ésta le siguen 'Tira Me A Las Arañas' [sic] y 'Drunkship Of Lanterns', dos temas que también van cogidos de la mano, y que ponen la nota oscura en el álbum, densos e inquietantes. Como curiosidad, cabe destacar que 'Drunkship Of Lanterns' ocupa el puesto 91 en la lista de las 100 mejores canciones de guitarra de todos los tiempos, según la revista Rolling Stone... ¡Lo cual no llego a comprender, a decir verdad!
'Eriatarka' es mi favorita del disco. La mitad de la nota va por esta maravilla de canción. Bueno, está bien, exagero un poco... Pero, sinceramente, es una verdadera joya de principio a fin. La voz de Cedric y la batería de Jon Theodore, junto con la frenética guitarra de Omar, convierten el estribillo en uno de los verdaderos momentazos de 'De-Loused In The Comatorium'. Dice mucho acerca de la forma de crear arte que tienen estos melenudos. 6 minutos y medio de The Mars Volta en un estado de pureza quintesencial.
Cedric Bixler-Zavala y Omar Rodríguez-López. Ellos son la esencia de The Mars Volta. |
'Cicatriz ESP' y 'This Apparatus Must Be Unearthed' se aferran a la fórmula de los temas que las preceden, uniendo rachas de pura energía musical y secciones calmadas y misteriosas. 'Televators' es la balada del álbum. Los primeros dos minutos son tremendamente inquietantes, pero el resto del tema trae consigo un nivel de emotividad que os encogerá el corazón. Otro de mis momentos favoritos de este LP.
El álbum finaliza con la inquieta 'Take The Veil, Cerpin Taxt', muy experimental, molona, y con una extensa sección instrumental que es toda una delicia. Una forma genial de cerrar el álbum tal y como éste comenzó: dando verdadera caña y poniendo toda la carne en el asador, dando rienda suelta a su creatividad y haciendo uso de todos sus recursos. Debo decir que, si yo creara un álbum debut como el de The Mars Volta, con tal nivel de creatividad, podría considerarme un músico completo.
Sin embargo, y como ya viene siendo costumbre en mis críticas, hay que sacarle el lado malo, que lo tiene. En este caso, solamente hay algo que me atrevo a destacar negativamente, y es el constante uso de secciones alocadas y/o excesivamente ennervantes, como la parte central de 'Cicatriz ESP' (¡Uff!) o el final de 'This Apparatus...' (¡UFFF!), pero no son los únicos momentos de este estilo que hay. Comprendo el concepto que hay detrás del disco, que no es lo más bonito del mundo precisamente, y que, al tratarse de un álbum conceptual, hay que poner al oyente en situación con esta clase de recursos (y, en ese aspecto, consiguen lo que quieren); pero yo de vosotros evitaría escuchar este disco mientras os echáis una siesta. ¡Lo digo por vuestro bien!
Pero este detalle no le quita ni una pizca de prestigio a este álbum tan genial. Un álbum debut del que pueden estar bien orgullosos y que ha sido solamente el primero de la exitosa carrera de The Mars Volta. Una escucha que recomiendo encarecidamente por todas las razones aquí expuestas y otras tantas que no sabría explicar. ¡Dadle una oportunidad al genialmente bizarro mundillo que es este 'De-Loused In The Comatorium'! ¡Decid NO a las drogas, y SÍ a The Mars Volta!
Y para muestra, un botón (¡Perdónese el mal uso de la frase!):
Nota final: 4/5
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