Cuando uno tiene la oportunidad de incluir en una obra propia referencias a sus influencias infantiles es sinónimo que trabaja en lo que le gusta. Escribir una historia e incluir personajes, nombres o hacer claros homenajes a tus mitos es todo un disfrute. Si para un don nadie como yo es ya un motivo de satisfacción salpicar este blog con unas frases acerca de mis directores o películas preferidas, imaginaos lo que debe ser para un tipo tan singular como Tim Burton. Que él disponga de la posibilidad de realizar una película donde pueda reunir de un plumazo a todos sus mitos infantiles, sus héroes (o no tanto), sus películas que le marcaron y un sentido homenaje a actores que perviven en su memoria, es simplemente para aplaudir. Si encima resulta que nos hace una película de animación en la que mezcla sus temas favoritos (macabros siempre...claro) y Disney está por medio, sólo nos queda elegir un buen sillón, apagar el móvil e intentar creer que tenemos 10 años de nuevo. Aunque con Tim Burton, eso es fácil.
¿De qué va?
¿De qué va?
Cuando el perro de Víctor, Sparky (protagonista de películas de monstruos caseros de Víctor) es atropellado por un coche, el chico decide traerlo de vuelta a la vida la única forma que sabe hacerlo: con un experimento de ciencias. Tras lograr revivir a su mascota, debe hacer lo imposible para que nadie, ni siquiera sus mejores amigos o padres, lo descubra. Pero todo se tuerce cuando los demás compañeros de clase de Víctor comienza a experimentar con otras mascotas...
La crítica
Aún a riesgo de convertirme en el abuelo cebolleta del blog, no puedo evitar recordar películas antiguas. Disfruto como un enano rememorando títulos, actores o directores pasados. Clásicos unos, otros no tanto. Pero todos guardando un poso de buen cine y sabor a fotograma. El caso de 'Frankenweenie' es similar. Es todo un homenaje al cine clásico de terror en general y el rodado por la Universal Studios en los años treinta y cuarenta en particular. Decenas de guiños a escenas de esas películas, referencias a actores y un reverencial amor por esa época, marcan la creación de este remake.
Por que en definitiva de eso se trata, un remake de un cortometraje que realizó Burton en 1984 con el mismo título y argumento. Era obvio que cuando tuviera oportunidad realizaría un sentido reciclaje de aquel corto para convertirlo en largometraje. El resultado es un film al que se le nota toda pasión puesta por las manos expertas de un cinéfilo. Ha materializado todos sus sueños de niño en la historia de otro. Víctor (protagonista cuyo parecido con el otro Víctor de 'La novia cadáver' es cuando menos asombroso) es el alter ego de Burton. Vive por y para el cine de terror serie B, ese tan venerado sub-género de los años cincuenta, al igual que el propio director.
La historia se deja ver como un retablo que enlaza constantes guiños a esos films. Cada dos o tres escenas vemos referencias a un sinfín de películas. Una gozada para detallista como el que suscribe. Ya, de por sí, los nombres de los personajes, rinden pleitesía a la obra de Mary Shelley ('Frankenstein, el nuevo prometeo'). La amiga de Víctor, Elsa, es un conjunto de referencias. Se llama así en honor a la actriz que interpretó 'La novia de Frankestein' (James Whale, 1935), Elsa Lanchaster. Su apellido en el film es Van Hensing, poco más hay que decir. Y su mascota, una perrita llamada Perséfone, luce el mismo peinado imposible que se veía en la película de Whale. Otro de los amigos de Victor es un singular remake de Igor, ayudante del doctor Frankestien original ('El doctor Frankenstein' James Whale, 1931). El profesor de la escuela es sencillamente la viva imagen de Vincent Price ('Eduardo Manostijeras'). La lista continúa...
Pero aparte de las influencias que transmite este trabajo, lo que de verdad me fascina, es el arrojo que llevó a Burton a convencer a la Disney de rodar una película de dibujos, con una historia de terror por medio ¡¡en blanco y negro!! Todo un desafío para ejecutivos encorbatados y público infantil. Quizás ese tremendo amor por respetar la esencia de los matices que el blanco y negro reflejaba en el cine de aquella época dorada no fue del todo bien acogido, ni por unos ni por otros.
Lo que queda claro es que estamos ante un fervoroso homenaje, un desfile de secuencias que emulan los sentimientos de un verdadero amante del cine. Cada movimiento nos recuerda a Ray Harryhausen (creador de los efectos especiales de 'Jason y los argonautas',1963; 'Los viajes de Gulliver';1960 o 'Furia de Titanes',1980) cada toma a Bela Lugosi ('Drácula', 1931) cada secuencia a un desenlace terrorífico de Tod Browning ('La parada de los monstruos', 1932). Una inusual guía de fetichismos cinéfilos que hará las delicias para aquellos, como yo, aman este tipo de cine tan denostado en muchos foros. Al menos, siempre queda la costancia que mientras tipos tan visionarios, valientes e imaginativos como Tim anden rodando sus proyectos, tendremos la oportunidad de revivir por unos instantes el cruce de caminos entre el pasado y el presente a través de la tecnología.
El pulso narrativo se lleva bastante bien, más cuando se trata casi de un remake de ambas partes de la originales películas de Frankestein, final en el molino incluido. Creo por tanto que la película, que se llevó un varapalo en taquilla, bien merece ser recuperada. Con ella obtendréis dos objetivos: disfrutar de una notable muestra de buen cine de animación, pero sobre todo, que os haga sentir curiosidad por descubrir a las enormes joyas que se esconden tras los homenajes.
Por que en definitiva de eso se trata, un remake de un cortometraje que realizó Burton en 1984 con el mismo título y argumento. Era obvio que cuando tuviera oportunidad realizaría un sentido reciclaje de aquel corto para convertirlo en largometraje. El resultado es un film al que se le nota toda pasión puesta por las manos expertas de un cinéfilo. Ha materializado todos sus sueños de niño en la historia de otro. Víctor (protagonista cuyo parecido con el otro Víctor de 'La novia cadáver' es cuando menos asombroso) es el alter ego de Burton. Vive por y para el cine de terror serie B, ese tan venerado sub-género de los años cincuenta, al igual que el propio director.
La historia se deja ver como un retablo que enlaza constantes guiños a esos films. Cada dos o tres escenas vemos referencias a un sinfín de películas. Una gozada para detallista como el que suscribe. Ya, de por sí, los nombres de los personajes, rinden pleitesía a la obra de Mary Shelley ('Frankenstein, el nuevo prometeo'). La amiga de Víctor, Elsa, es un conjunto de referencias. Se llama así en honor a la actriz que interpretó 'La novia de Frankestein' (James Whale, 1935), Elsa Lanchaster. Su apellido en el film es Van Hensing, poco más hay que decir. Y su mascota, una perrita llamada Perséfone, luce el mismo peinado imposible que se veía en la película de Whale. Otro de los amigos de Victor es un singular remake de Igor, ayudante del doctor Frankestien original ('El doctor Frankenstein' James Whale, 1931). El profesor de la escuela es sencillamente la viva imagen de Vincent Price ('Eduardo Manostijeras'). La lista continúa...
Pero aparte de las influencias que transmite este trabajo, lo que de verdad me fascina, es el arrojo que llevó a Burton a convencer a la Disney de rodar una película de dibujos, con una historia de terror por medio ¡¡en blanco y negro!! Todo un desafío para ejecutivos encorbatados y público infantil. Quizás ese tremendo amor por respetar la esencia de los matices que el blanco y negro reflejaba en el cine de aquella época dorada no fue del todo bien acogido, ni por unos ni por otros.
Lo que queda claro es que estamos ante un fervoroso homenaje, un desfile de secuencias que emulan los sentimientos de un verdadero amante del cine. Cada movimiento nos recuerda a Ray Harryhausen (creador de los efectos especiales de 'Jason y los argonautas',1963; 'Los viajes de Gulliver';1960 o 'Furia de Titanes',1980) cada toma a Bela Lugosi ('Drácula', 1931) cada secuencia a un desenlace terrorífico de Tod Browning ('La parada de los monstruos', 1932). Una inusual guía de fetichismos cinéfilos que hará las delicias para aquellos, como yo, aman este tipo de cine tan denostado en muchos foros. Al menos, siempre queda la costancia que mientras tipos tan visionarios, valientes e imaginativos como Tim anden rodando sus proyectos, tendremos la oportunidad de revivir por unos instantes el cruce de caminos entre el pasado y el presente a través de la tecnología.
Información de más
- Tras diez años seguidos de colaboración, era la primera película que no trabajaban juntos Burton y Johnny Depp.
- Martin Landau, Bela Lugosi en 'Ed Wood' pone la voz al profesor de Víctor, que es un claro homenaje a Vincent Price, actor fetiche en la obra de Tim Burton.
- Tercera vez que Winona Ryder trabaja con Burton ('Eduardo Manostijeras' y 'Bitelchus')
- La tortuga Shelley se llama así en referencia a la escritora Mary Shelley, autora de 'Frankestein'.
- En una escena, los padres de Víctor está viendo una película de Christopher Lee, 'Drácula'.
- La mascota de Elsa se llama Perséfone, diosa griega que se tuvo que casar con Hades, rey del Infra Mundo.
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