Hollywood y las adaptaciones de libros es una relación cada vez más degenerada. No hay compasión ni vergüenza por tratar de engañar al público. El único objetivo, provocar lástima, lloriqueos y sollozos a la menor oportunidad. Así, en las últimas adaptaciones de novelas, más o menos exitosas, la meca del cine ha creído conveniente destrozar libros como 'El médico' (2013) o 'Único superviviente' (2013) con el simple propósito de vender de manera desproporcionada cajas de Cleenex. La verdad, tanto en las anteriores películas mencionadas, como en ésta que a continuación vais a leer, el resultado de esta obsesión por vendernos el drama del año va camino de convertirse en la mayor soberana estupidez. Eso sí, los editores de las novelas en las que se basan los films se están frotando las manos. Miserables.
¿De qué va?
¿De qué va?
Cuenta la historia de una joven alegre y valiente, Liesel (Natalie Nelisse) que transforma la vida de todos a su alrededor cuando es enviada a vivir con una familia alemana de acogida en la Segunda Guerra Mundial. Allí, conocerá a Max, un joven que huye del régimen nazi. Oculto en el sótano, Max sólo conocerá el mundo exterior a través de los relatos que la joven Liesel lee para él.
La crítica
Una novela juvenil, que de eso se trata, ha acabado en Hollywood con el contexto del nazismo de por medio. Un tema delicado. Además tratado desde una óptica diferente y poco explotada: la sociedad alemana durante el régimen de Hitler. Una oportunidad perdida, tanto en la novela como en el film, de haber plasmado las diferentes muestras de población que habitaban en aquellos deplorables años. Ni el autor, Marcus Zusak, ni mucho menos el director, Brian Percival ('Downton Abbey') han sabido o podido trasladar esa atmósfera de miedo, temor y desconfianza de los ciudadanos alemanes (que no nazis) que padecían una guerra que no deseaban.
Si encima la película se va a titular 'La ladrona de libros', al menos ten la decencia de desarrollar la historia de un modo más atractivo (pues es una adaptación). No es de recibo que tardemos, nada más ni nada menos que ¡¡¡72 minutos en ver el primer "robo" de un libro que la joven Liesel toma para leérselo a Max!!! Secuencias estas que son desaprovechadas totalmente. Donde debía radicar la emoción y la tristeza de las palabras, el director se lo pasa olímpicamente por la Puerta de Brademburgo para en un par de fundidos pasar del tema.
No, lo que el director trata en todo momento es de crear su particular versión de 'El niño con pijamas de rayas' o 'La vida es bella'. Fracasa en todos los aspectos. Impone escenas que supuestamente deben entristecernos y lo que hacen es provocar bochorno. Insiste en un desarrollo casi televisivo en su forma de rodar (que llega a aburrir en bastantes ocasiones). Un resultado fallido en cualquier dirección que toma, pues tampoco determina con cuál historia continuar, si con Liesel, con Max, los padres (Rush y Watson) o dejar que el narrador omnipresente (es la Muerte) acabe de estropear aún más la historia.
Producida por los mismos responsables de 'El pianista' o 'El libro negro' (también de 'Hansel y Gretel: cazadores de brujas'... casi nada) esta vez han querido dar una vuelta de tuerca a las lágrimas del respetable público. Una infantil muestra de cine auto complaciente que ansía el llanto fácil y una rápida ascensión a los cielos. Lo siento chicos, esto no es 'La vida es bella'. Y 'La lista de Schidler' está como a dos millones de años luz. Sólo hubo una y no habrá otra.
Información de más
- John Williams ha vuelto a ser nominado (lleva 47 nominaciones) a los Oscars 2014 por esta banda sonora.
- Fue nominada también a los Globos de Oro en el apartado de Banda Sonora.
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