A primera vista, la historia de Moisés y su huida de Egipto tenía todos los números para convertirse en una gran película. Tal vez esa fue la razón para que de entre las decenas de guiones que Ridley Scott debe tener acumulados en su oficina se decidiese por el de 'Exodus: Dioses y Reyes'. Vistos los resultados, sólo esperamos que su próxima decisión sea mucho más acertada.
¿De qué va?
Moisés (Christian Bale) hermanastro de Ramsés (Joel Edgerton) descubre su origen hebreo y emprende su camino lejos de Egipto, para acabar liderando una rebelión contra el propio Ramsés, liberando a 400.000 esclavos de las condiciones a las que son sometidas por el faraón.
¿De qué va?
Moisés (Christian Bale) hermanastro de Ramsés (Joel Edgerton) descubre su origen hebreo y emprende su camino lejos de Egipto, para acabar liderando una rebelión contra el propio Ramsés, liberando a 400.000 esclavos de las condiciones a las que son sometidas por el faraón.
La crítica
No es que estemos ante la peor película de Ridley Soctt, pero si ante una de las realizaciones más desganadas de su carrera. Y curiosamente, a pesar de los 156 minutos que dura, no se hace en absoluto aburrida, siendo el film un entretenimiento más que considerable, pero la sensación que le queda a uno es que el director británico nos está vendiendo un producto que en el fondo no le interesa lo más mínimo, como si estuviese pensando más en irse a su casa a descansar que no en dirigir la película.
El montaje del film es atropellado y torpe, y sus dos horas y media de metraje se hacen insuficientes para mostrar de una manera más entendedora todo lo que quieren explicar. Una película como ésta pide a gritos escenas espectaculares y grandes escenarios, que los hay, pero rodados de la manera más aséptica posible. ¿Cómo es posible que la escena culminante de la historia, cuando el Mar Rojo se abre para que Moisés y los suyos lo atraviesen carezca totalmente de cualquier tipo de épica y emoción?
El Moisés que interpreta convincentemente (a pesar de la multitud de pelucas y barbas postizas que utilliza durante el metraje) Christian Bale es igualmente frío y distante. Descubrir que en realidad es hebreo parece no suponerle demasiado problema, y tener que abandonar los lujos y placeres de la corte egipcia tampoco, aunque esa huida sirva, entre otras cosas para conocer a su futura esposa, Séfora, una María Valverde estupenda (tal vez lo mejor de toda la película).
Moisés es una especie de action hero, un líder carismático y al mismo tiempo un soldado que no duda en preparar a los hebreos para la batalla contra las tropas de un Ramsés al que da vida con más empeño que acierto el australiano Joel Edgerton. Su interpretación mezcla tragedia con la caricatura involuntaria de un personaje (y por extensión a todos los que rondan la corte egipcia) a los que no les hace favor ninguno sus caracterizaciones y vestuario, dando la sensación en mucho momentos de que vayan a ponerse a cantar la zarzuela de "La Corte del Faraón".
Si los personajes principales están desdibujados, el caso es mucho más grave con los secundarios, algunos como Sigourney Weaver ejerciendo de figurante de lujo en alguna escena teniendo poco más de una frase en toda la película. Aaron Paul, Ben Kingsley o John Turturro aparecen con cuentagotas y si bien los dos últimos tienen algo más de relevancia dentro de la historia, la presencia del pobre Aaron Paul, en su primer papel importante en cine después del éxito de 'Breaking Bad' es apenas testimonial.
Scott, voluntariamente, elimina toda solemnidad a la historia, y la presenta de forma rutinaria y plana en gran parte del metraje. Sólo cuando entra en escena un personaje en el que podríamos ver reflejado a Dios (y que según ha aclarado el propio Ridley Scott no es así, sino que se trata de un "Malak", una especie de mensajero), interpretado excelentemente por Isaac Andrews, un niño de unos 10 años con una fuerte presencia en pantalla y que detrás de su apariencia inocente esconde a un ser retorcido y cruel, llegan algunos de los mejores instantes del film, aunque son del todo insuficientes para elevar el nivel de la película.
Tal vez debamos esperar a la edición en DVD y BLURAY del film para comprobar si hay un Director's Cut que nos ofrezca lo que realmente tenía en mente el bueno de Scott, principalmente por dos razones: la primera, por dejar algo más satisfecho al espectador pudiendo ofrecer un montaje más extenso, cosa que ahora muchas majors de Hollywood se niegan a aceptar al considerar que una película con una duración de más de 3h. imposibilita el poder realizar muchos pases diarios en las salas, con lo que su recaudación se ve considerablemente mermada...
... y la segunda razón (quizás algo más romántica), evitar que la película que va dedicada a la memoria de su hermano, el añorado Tony Scott, acabe siendo un film mediocre y desangelado como éste.
No es que estemos ante la peor película de Ridley Soctt, pero si ante una de las realizaciones más desganadas de su carrera. Y curiosamente, a pesar de los 156 minutos que dura, no se hace en absoluto aburrida, siendo el film un entretenimiento más que considerable, pero la sensación que le queda a uno es que el director británico nos está vendiendo un producto que en el fondo no le interesa lo más mínimo, como si estuviese pensando más en irse a su casa a descansar que no en dirigir la película.
El montaje del film es atropellado y torpe, y sus dos horas y media de metraje se hacen insuficientes para mostrar de una manera más entendedora todo lo que quieren explicar. Una película como ésta pide a gritos escenas espectaculares y grandes escenarios, que los hay, pero rodados de la manera más aséptica posible. ¿Cómo es posible que la escena culminante de la historia, cuando el Mar Rojo se abre para que Moisés y los suyos lo atraviesen carezca totalmente de cualquier tipo de épica y emoción?
El Moisés que interpreta convincentemente (a pesar de la multitud de pelucas y barbas postizas que utilliza durante el metraje) Christian Bale es igualmente frío y distante. Descubrir que en realidad es hebreo parece no suponerle demasiado problema, y tener que abandonar los lujos y placeres de la corte egipcia tampoco, aunque esa huida sirva, entre otras cosas para conocer a su futura esposa, Séfora, una María Valverde estupenda (tal vez lo mejor de toda la película).
Moisés es una especie de action hero, un líder carismático y al mismo tiempo un soldado que no duda en preparar a los hebreos para la batalla contra las tropas de un Ramsés al que da vida con más empeño que acierto el australiano Joel Edgerton. Su interpretación mezcla tragedia con la caricatura involuntaria de un personaje (y por extensión a todos los que rondan la corte egipcia) a los que no les hace favor ninguno sus caracterizaciones y vestuario, dando la sensación en mucho momentos de que vayan a ponerse a cantar la zarzuela de "La Corte del Faraón".
Si los personajes principales están desdibujados, el caso es mucho más grave con los secundarios, algunos como Sigourney Weaver ejerciendo de figurante de lujo en alguna escena teniendo poco más de una frase en toda la película. Aaron Paul, Ben Kingsley o John Turturro aparecen con cuentagotas y si bien los dos últimos tienen algo más de relevancia dentro de la historia, la presencia del pobre Aaron Paul, en su primer papel importante en cine después del éxito de 'Breaking Bad' es apenas testimonial.
Tal vez debamos esperar a la edición en DVD y BLURAY del film para comprobar si hay un Director's Cut que nos ofrezca lo que realmente tenía en mente el bueno de Scott, principalmente por dos razones: la primera, por dejar algo más satisfecho al espectador pudiendo ofrecer un montaje más extenso, cosa que ahora muchas majors de Hollywood se niegan a aceptar al considerar que una película con una duración de más de 3h. imposibilita el poder realizar muchos pases diarios en las salas, con lo que su recaudación se ve considerablemente mermada...
... y la segunda razón (quizás algo más romántica), evitar que la película que va dedicada a la memoria de su hermano, el añorado Tony Scott, acabe siendo un film mediocre y desangelado como éste.
Información de más
- La película está rodada en gran parte en España, en localizaciones de Almería, Lanzarote y Alicante.
- La Junta de Andalucía tiene previsto presentar próximamente una ruta turística con un recorrido por las localizaciones del film.
- El equipo de rodaje diseñó una camiseta en el que mezclaban a Moisés con Batman, el personaje más famoso hasta el momento que ha encarnado Christian Bale.
Nota final: 4
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