Fascinante. Hipnótica. Sublime. Aburrida. Desmesurada. Incomprensible. Estos son algunos de los adjetivos que se le han otorgado a la nueva película de Christopher Nolan, que se ha convertido ya por derecho propio en LA película de la temporada, la que hay que ver si no quieres estar fuera de onda, y que como viene siendo habitual en estos casos, ya ha formado dos bandos claros: el de fervientes admiradores y el de los detractores más profundos.
¿De qué va?
La vida en la Tierra se ha vuelto casi imposible y el fin de nuestro planeta está cerca. Un grupo de astronautas y científicos liderados por el piloto Cooper (Matthew McConaughey) y la científica Amelia (Anne Hathaway) se embarcan en la misión más importante para la humanidad: emprender un viaje más allá de nuestra galaxia con la intención de descubrir un planeta que en un futuro pueda albergar a la raza humana.
La crítica
La vida en la Tierra se ha vuelto casi imposible y el fin de nuestro planeta está cerca. Un grupo de astronautas y científicos liderados por el piloto Cooper (Matthew McConaughey) y la científica Amelia (Anne Hathaway) se embarcan en la misión más importante para la humanidad: emprender un viaje más allá de nuestra galaxia con la intención de descubrir un planeta que en un futuro pueda albergar a la raza humana.
La crítica
Imagino a Christopher Nolan postrándose cada mañana al levantarse frente a una estátua de Batman, haciéndole reverencia y dándole las gracias por haberle dado tanto. A pesar de tener una personalidad cinematográfica suficientemente importante como para estar por encima de un personaje como el habitante más ilustre de Gotham City, no podemos negar la importancia que tiene en la carrera de Nolan como director la decisión de encargarse del reboot de la saga de Batman con su trilogía del Caballero Oscuro.
Gracias al éxito que cosecharon las 3 películas, Nolan puede presentarse en los despachos de Hollywood con cualquier idea para una película, por más absurda que sea, que inmediatamente los allí presentes le firmarán un cheque en blanco para que haga lo que le parezca.
Probablemente, cuando propuso que su próxima película iba a ser un drama familiar ambientado en una granja, los directivos de los estudios encargados de financiarle el proyecto respiraron un poco aliviados debiendo pensar que después de tantas superproducciones ahora Nolan deseaba dirigir una película más intimista.
Nada más lejos de la realidad. 'Interstellar' es un paso más allá en todo. En ambición, en presupuesto, en emotividad... Hasta en metraje (169 minutos de duración). Todo ello disfrazado de película de ciencia ficción, ya que lo que en realidad le importa más al director es mostrarnos el alma de sus personajes, y no tanto los viajes interplanetarios e interdimensionales que realizan.
Basándose en las teorías del astrofísico Kip Thorne, Nolan ha tramado un universo ddonde los agujeros de gusano son capaces de hacernos pasar 23 años en un segundo, obligándonos a tener que saltarnos cualquier lógica. Unas teorías difícilmente comprensibles para los neófitos en física, cosa que ha significado el argumento más utilizado por los detractores de la película, que han acusado a Nolan de querer aclarar excesivamente esas teorías al espectador cuando tal vez no era necesario.
Es evidente que en muchos momentos el espectador se ve sobrepasado por esas mismas teorías, y llega un punto en el que puede llegar a perder el hilo de lo que nos está intentando explicar, pero es justo en esos momentos cuando el Nolan más brillante (y más humano) emerge a la superficie para compensar tanta teoría con sentimientos, combinándo a partes iguales la épica y el espectáculo.
Nolan vuelve a demostrar que es un magnífico director de actores, capaz de sacar interpretaciones soberbias de todo el reparto de 'Interstellar' con un Matthew McConaughey a la cabeza, bordando su papel de astronauta-granjero-salvador del universo (que se permite incluso el lujo de eclipsar a toda una Anne Hathaway), pasando por una Jessica Chastain que saca todo el partido posible (y más) a su personaje, o un Michael Caine, actor fetiche dentro de la filmografía de Christopher Nolan, que no necesita demasiado tiempo en pantalla para demostrar que es uno de los grandes.
Con 'Interstellar' Nolan parece haberse visto poseído a partes iguales por el espíritu de Stanley Kubrick y Steven Spielberg. De Kubrick parece ha heredado su meticulosidad en el aspecto científico y a la postre nos ha demostrado que ha sido capaz de dirigir su propia versión de '2001, una odisea del espacio' (a la que incluso parece querer homenajear con el diseño de los robots de su película, que recuerdan vagamente al monolito del film de Kubrick) y de Spielberg toma lo que es su especialidad, la emotividad, para explicarnos (y hacer derramar alguna que otra lágrima) la historia de amor entre un padre y su hija.
Hay que dejarse llevar por Nolan, confiar en lo que nos quiere contar y de la manera en que quiere hacerlo para poder disfrutar como se merece del espectáculo, porque 'Interstellar' es un regalo para el espectador, que viene envuelto en espectacularidad visual, interpretativa y sonora (atención a la espléndida BSO de Hans Zimmer), que te atrapa desde el primer minuto y que a pesar de su mastodóntica apariencia de blockbuster es capaz de dejarte con un nudo en la garganta con sus momentos íntimos.
Gracias al éxito que cosecharon las 3 películas, Nolan puede presentarse en los despachos de Hollywood con cualquier idea para una película, por más absurda que sea, que inmediatamente los allí presentes le firmarán un cheque en blanco para que haga lo que le parezca.
Probablemente, cuando propuso que su próxima película iba a ser un drama familiar ambientado en una granja, los directivos de los estudios encargados de financiarle el proyecto respiraron un poco aliviados debiendo pensar que después de tantas superproducciones ahora Nolan deseaba dirigir una película más intimista.
Nada más lejos de la realidad. 'Interstellar' es un paso más allá en todo. En ambición, en presupuesto, en emotividad... Hasta en metraje (169 minutos de duración). Todo ello disfrazado de película de ciencia ficción, ya que lo que en realidad le importa más al director es mostrarnos el alma de sus personajes, y no tanto los viajes interplanetarios e interdimensionales que realizan.
Basándose en las teorías del astrofísico Kip Thorne, Nolan ha tramado un universo ddonde los agujeros de gusano son capaces de hacernos pasar 23 años en un segundo, obligándonos a tener que saltarnos cualquier lógica. Unas teorías difícilmente comprensibles para los neófitos en física, cosa que ha significado el argumento más utilizado por los detractores de la película, que han acusado a Nolan de querer aclarar excesivamente esas teorías al espectador cuando tal vez no era necesario.
Es evidente que en muchos momentos el espectador se ve sobrepasado por esas mismas teorías, y llega un punto en el que puede llegar a perder el hilo de lo que nos está intentando explicar, pero es justo en esos momentos cuando el Nolan más brillante (y más humano) emerge a la superficie para compensar tanta teoría con sentimientos, combinándo a partes iguales la épica y el espectáculo.
Nolan vuelve a demostrar que es un magnífico director de actores, capaz de sacar interpretaciones soberbias de todo el reparto de 'Interstellar' con un Matthew McConaughey a la cabeza, bordando su papel de astronauta-granjero-salvador del universo (que se permite incluso el lujo de eclipsar a toda una Anne Hathaway), pasando por una Jessica Chastain que saca todo el partido posible (y más) a su personaje, o un Michael Caine, actor fetiche dentro de la filmografía de Christopher Nolan, que no necesita demasiado tiempo en pantalla para demostrar que es uno de los grandes.
Con 'Interstellar' Nolan parece haberse visto poseído a partes iguales por el espíritu de Stanley Kubrick y Steven Spielberg. De Kubrick parece ha heredado su meticulosidad en el aspecto científico y a la postre nos ha demostrado que ha sido capaz de dirigir su propia versión de '2001, una odisea del espacio' (a la que incluso parece querer homenajear con el diseño de los robots de su película, que recuerdan vagamente al monolito del film de Kubrick) y de Spielberg toma lo que es su especialidad, la emotividad, para explicarnos (y hacer derramar alguna que otra lágrima) la historia de amor entre un padre y su hija.
Hay que dejarse llevar por Nolan, confiar en lo que nos quiere contar y de la manera en que quiere hacerlo para poder disfrutar como se merece del espectáculo, porque 'Interstellar' es un regalo para el espectador, que viene envuelto en espectacularidad visual, interpretativa y sonora (atención a la espléndida BSO de Hans Zimmer), que te atrapa desde el primer minuto y que a pesar de su mastodóntica apariencia de blockbuster es capaz de dejarte con un nudo en la garganta con sus momentos íntimos.
Información de más
- El proyecto se desarrolló en el más absoluto secreto, bajo el título de 'Flora's Letter'para evitar filtraciones.
- Es la película con más imágenes rodadas en formato Imax.
- Steven Spielberg fue el primer director interesado en dirigir la película. Cuando éste abandonó el proyecto, Jonathan Nolan, el guionista, se lo ofreció a su hermano.
- Wally Pfister, el director de fotografía habitual en todas las películas de Nolan no pudo encargarse de 'Interstellar' por estar rodando 'Trascendence', su debut como director, siendo reemplazado por Hoyte Van Hoytema.
- La película ha costado 165 millones de dólares, prácticamente 1 millón por minuto de metraje (169 minutos)
- La película es un proyecto de la Paramount y como Nolan tiene contrato en exclusiva con Warner Bros. las dos compañías tuvieron que unirse. Para poderla distribuir internacionalmente, Warner le cedió a la Paramount los derechos de las sagas "Viernes 13" y South Park.
Bellísimo. Es cierto. La película es muy buena. Me encantó tu mención a lo intimista que es la película. Es la intimidad familiar llevada al espacio.
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