El señor de aspecto amable de la foto, que bien podría ser el resultado de fusionar a Leslie Nielsen y Miliki, es Elmer Bernstein, uno de los más grandes compositores de música para cine y uno de los más legendarios. Es buen momento para recordar una de sus BSO más maltratadas, quizás no la más brillante de su carrera pero sí una de las más recordadas.
¡No crucéis los rayos!
Elmer Bernstein y la música de "Los Cazafantasmas"
Muchos de los que nacimos a mediados de los 70 o principio de los 80 consideramos 'Los Cazafantasmas' como una de nuestras películas favoritas o al menos una de las que marcó nuestra infancia/adolescencia.
Han pasado más de 30 años desde su estreno y 'Los Cazafantasmas' ha adquirido ya categoría de clásico del cine siendo uno de los mejores exponentes de lo que fue el cine de los 80 por muchas razones. Principalmente por su hábil mezcla de géneros, sus FX (a pesar de que ya hayan quedado muy desfasados) y también por su BSO, aunque en este punto prácticamente todo el mundo recuerda el tema principal interpretada por Ray Parker jr. y no el (excelente) score que compuso Elmer Bernstein.
Si observamos atentamente un listado con las BSO que a lo largo de su carrera compuso el maestro Bernstein veremos que está plagada de obras maestras. A pesar del reconocimiento que tiene en la actualidad, a finales de los 70 se consideraba a Bernstein un músico en decadencia. Habitual de las grandes superproducciones, el compositor enlazó varios trabajos para películas de calidad discutible a lo que habría que sumar un exceso de trabajo durante esos años, en los que era capaz de componer de 2 a 3 BSO anualmente, algo que sin duda alteraba la calidad de esos trabajos.
Que en ese momento se le considerase un compositor en horas bajas favoreció que pudiese trabajar en un film de las características de 'Desmadre a la Americana', uno de los grandes éxitos del año, y que le sirvió para entablar gran amistad con Ivan Reitman y John Landis, productor y director del film respectivamente y grandes admiradores del compositor.
A partir de ese momento, Bernstein de alguna manera se convirtió en el compositor oficial de los dos realizadores, componiendo así las bandas sonoras de algunos de los más grandes éxitos del cine de los 80 como fueron 'El Pelotón Chiflado', 'Granujas a todo ritmo' o 'Un Hombre Lobo Americano en Londres'. Tal era la confianza en el compositor, que cuando en 1983 Ivan Reitman comenzó la producción de su siguiente film, 'Los Cazafantasmas', al primero que contrató incluso antes de tener a los actores fue a Bernstein, que a cambio compuso un score brillante.
Lo primero que podemos apreciar escuchando el trabajo de Elmer Bernstein es que supo captar perfectamente el equilibrio entre comedia, ciencia ficción y terror que transmitía el film. Para lograrlo, a la orquesta tradicional con la que solía trabajar le añadió el sonido de varios sintetizadores Yamaha DX-7 y unas Ondas Martenot, un instrumento electrónico inventado en 1928 que produce sonidos ondulantes muy peculiares.
El film se inicia con la conocida escena de la biblioteca. Una música inquietante, en las que las notas de las Ondas Martenot son las encargadas de otorgarle a la escena una atmósfera irreal que ya adelanta que lo que sucede en los sótanos del edificio no es del todo normal. Cada vez que una escena adquiere tintes sobrenaturales los aires oníricos de las Ondas Martenot se hacen mucho más evidentes, dejando los temas de instrumentación más clásica para los momentos de humor.
Esos momentos más desenfadados de la película casi siempre van acompañados por el tema dedicado a sus cuatro protagonistas, una especie de marcha militar in crescendo interpretada al piano, con un saxo que ejerce de acompañamiento rítmico, y que se utiliza en varios momentos del film. Bernstein juega con él ralentizando el tempo del mismo según le convenga, añadiendo en ocasiones tensión a la escena o dotándola de un tono más humorístico.
Como toda buena BSO, 'Los Cazafantasmas' también tiene un tema dedicado a sus cuatro protagonistas y no me refiero a la archiconocida canción de Ray Parker jr. En este caso es una especie de marcha militar in crescendo interpretada al piano, con un saxo que ejerce de acompañamiento rítmico, y que se utiliza en varios momentos del film. Bernstein juega con él ralentizando el tempo del mismo según le convenga, añadiendo en ocasiones tensión a la escena o dotándola de un tono más humorístico, como queda demostrado en el tema “The Stairs”.
La protagonista femenina, Dana Barrett, personaje que interpretaba Sigourney Weaver, también tiene un tema exclusivo para ella. “Dana’s theme” podría considerarse también el tema de amor del film al sonar en los momentos en los que somos testigos de la relación que entablan la propia Barrett con el personaje de Bill Murray, el dr. Venkman.
Estos son los temas más festivos y alegres de la BSO aunque en general el tono de toda la BSO es mucho más terrorífico. Cuando en pantalla empiezan a sucederse los sucesos paranormales es cuando Bernstein compone las notas más oscuras, como las que ilustran primero la llegada de las extrañas criaturas, medio gárgolas, medio perro (“Terror dogs are born”), y posteriormente la llegada de Gozer, el Destructor (“Gozer”).
La película está llegando a su clímax final. En estos momentos es donde aparece el Elmer Bernstein más clásico. Oímos a la orquesta interpretando la partitura sin apenas necesidad de utilizar los hasta el momento siempre presentes sintetizadores, donde destaca el tema “Keymaster meets gatekeeper”, cuyo inicio casi parece el de las sintonía de alguna vieja película de aventuras, algo que parece querer anticipar lo que está por llegar.
En esas antiguas películas, cada vez que aparecía un ser mítico en pantalla la música se tornaba mucho más estridente y Elmer Bernstein hace lo mismo en cuanto aparece el muñeco de los Marshmallows. No en vano y a pesar de su apariencia bondadosa, el muñeco vestido de marinerito representa al Destructor que viene a acabar con la humanidad, por lo que la música que suena entonces transmite todo el miedo y el terror que puede uno sentir cuando un ser de más de 30 metros aparece de la nada dispuesto a aplastar al primero que se le ponga por delante.
Por desgracia, el visionado de la película no permite apreciar en todo su esplendor el trabajo de Bernstein. En una decisión que molestó profundamente al compositor, los productores de la película decidieron que en algunas escenas se sustituiría la música instrumental por canciones pop con la clara intención de lanzar al mercado discográfico una edición de la BSO con esas mismas canciones (en la que incluyeron sólo dos temas instrumentales), algo que consideraban mucho más comercial. La jugada fue todo un acierto ya que la BSO de 'Los Cazafantasmas' fue una de las más vendidas pero impidió que el trabajo de Bernstein pudiese ser apreciado correctamente. Tuvimos que esperar hasta el años 2006 para poder disfrutar, por fin, de una edición en condiciones de la BSO completa, en la que se incluyeron tanto los fragmentos que aparecían en el film como los que fueron substituidos por canciones.
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