Hay películas que no deberían haberse hecho nunca. No porque el resultado sea totalmente
nefasto, que no sería para tanto, pero si antes de empezar hay múltiples
señales de que no es una buena opción, es como para pensárselo. Este es el caso
de ‘La dama de Shanghai’, una película casi de serie B con un reparto de lujo con muchos problemas y carencias.
Michael O’Hara (Orson Welles) es un marinero en tierra que salva la vida de Elsa Bannister (Rita Hayworth) durante un atraco. Esta manda a su marido (Everett Sloane), un millonario abogado criminalista, para contratarle para su yate de lujo como contramaestre y entre estos tres personajes se dibuja un triángulo amoroso macabro, enfermizo e imposible de creer. Una historia, en definitiva, de difícil solución.
Empecemos por explicar lo que dijo Harry Cohn, mandamás de
la Columbia con respecto a la película: “Nadie debe ser al mismo tiempo
director y productor de una película, además de actuar en uno de sus papeles
principales. Si le firmo a alguien un contrato así ¿de qué me sirve tener mi
propio estudio? Daría lo mismo que fuera
el conserje.” Añadamos que Welles fue además el guionista...
Todo
empezó mal, cuando Orson Welles necesitaba 50.000$ para retirar el vestuario de
una obra de teatro que estaba haciendo de la aduana. Le prometió a Harry Cohn
hacer la próxima película con él si le mandaba el dinero en una hora. “¿Cómo se
llama la película?”, preguntó el productor. Y Welles, mirando un quiosco que
había enfrente de la cabina desde la que llamaba y escogiendo una novelita al
azar le dijo “La dama de Shanghai”. El productor aceptó y ahí nació el (mal)
invento. Quizá Orson Welles haya sido, por las películas que nos han llegado, uno de los mayores blufs de la historia del cine. En una ocasión, ya mayor, dijo: “Empecé en la cumbre y desde entonces no he hecho más que caer”. Si tomamos como cumbre 'Ciudadane Kane' (con permiso, dedicaremos más adelante una crítica a 'Ciudadano Kane', que bien la merece... pero adelantamos que sería un montículo más que una cumbre), es evidente que todo lo siguiente fue peor, con alguna excepción en que no tenía más cargos que el de actor (o quizá por eso), como 'Moby Dick' o 'El largo y cálido verano'.
‘La dama de Shanghai’ es una película gafe desde su inicio,
ya que Welles escribió el guión basándose en dos novelas de segunda cogidas al
azar y mezclando los argumentos. Por los motivos que fueran, la productora
Columbia decidió financiarla. Pero el resultado es torpe, va dando bandazos sin
saber muy bien por dónde tirar para resolver las trabas que se va encontrando y
no ofrece ningún tipo de interés para el espectador, más allá de contemplar a
Rita.
Orson Welles tiene el mismo talento en la interpretación
(por lo menos en esta película) que una
lechuga pocha, su declamación es monótona y aburrida, su intento de contención
y turbación ante Hayworth y los actos de su marido, en lugar de mostrarle
dubitativo o desubicado, le hacen parecer más bien tonto. Es difícil
de creer que una mujer como Rita Hayworth caiga enamorada de este hombre nada
más verle. Aún así, en la vida real estaban casados y a punto de separarse. De
hecho, la actriz aceptó el papel como un intento de recuperar el amor perdido
con Welles.
Rita Hayworth, que estaba en la cima de su carrera después
del rotundo éxito que supuso 'Gilda', aceptó el papel para
estar cerca de su marido e intentar hacer renacer el amor, en balde. Se ve que
Welles tenía más amantes que estrellas hay en el cielo. Quizá el mal momento
personal que vivía le afectó en la interpretación, donde su poder
interpretativo, que tampoco había sido nunca muy excelso, es nulo. Pero claro,
es Hayworth, y con lucir palmito en bikini en un par de escenas le valió
para confirmarse como mito erótico. Podría ser que el mito la superase incluso
a ella. La vemos cantar en una escena, pero no la oímos ya que fue doblada por
Anita Ellis, que ya le había prestado la voz en 'Gilda' y el resultado de su
actuación es paupérrimo.
El
resto de actores no ayudan mucho, la verdad. Everett Sloane, que interpreta al
marido rico y estúpido de Rita Hayworth, era un actor de radionovelas que tenía
ciertas carencias en cuanto a expresión y movimientos comunicativos; tal era su
limitación que le pusieron un par de bastones al personaje, no previstos en
principio en el guión, para disimularlo. Glenn Anders, cuyo rol es el del socio
de Bannister, pone de los nervios de puro histrionismo sin medida. Ambos tienen
el único mérito de haber sido compañeros de Welles en el Mercury Theatre y ser
amigos suyos. Es que si no, no se entiende el mal reparto.
Aunque si hiciéramos un listado de todos los errores de esta
cinta ordenados por gravedad, sin duda en la primera posición estaría su guión: pura verborrea y voluntad de trascender. Frases grandilocuentes sobre la vida, el amor y la muerte dichas con una soberbia y una jeta que tira de espaldas. Parece como si Orson Welles hubiera
sido el maestro de Jorge Bucay y Paulo Coelho. La mayoría de diálogos no son
más que (presuntas) grandes frases que no consiguen en el espectador más que
una sonrisa incrédula que dice: “¿Pero qué me estás contando?”.
La fotografía es justita, puesto que había tres directores
de fotografía cada uno con su estilo. Uno de ellos, Rudolph Maté, se encargaba
únicamente de las escenas en que aparecía Rita Hayworth, pues era exigencia de
ella que fuera éste el único que la retratara, convencida de que sabía sacar lo
mejor de ella como nadie. A decir verdad, ella está radiante y bellísima, pero
nada más.
Y para terminar de rizar el rizo, la banda sonora de Heinz Roemheld, que se reivindicó como músico de segunda, podría conseguir el premio a la más desafortunada banda sonora de la historia: desatinada, de aliño y como si se hubiera hecho mucho antes que la película. Lo más remarcable de la película, sería la escena final de los espejos, un juego visual bastante atractivo.
Y para terminar de rizar el rizo, la banda sonora de Heinz Roemheld, que se reivindicó como músico de segunda, podría conseguir el premio a la más desafortunada banda sonora de la historia: desatinada, de aliño y como si se hubiera hecho mucho antes que la película. Lo más remarcable de la película, sería la escena final de los espejos, un juego visual bastante atractivo.
En realidad, casi todo el film es un desacierto total, si
bien hay que decir que no todo fue culpa de Welles: Cohn estuvo un año
mutilando la película, que duraba más de dos horas y media originalmente, hasta dejarla en 84 minutos con
los que ha llegado (por suerte) hasta nuestros días. Además le cambió la música, la escena
de la casa de los locos, que pierde todo su sentido, y hasta el sonido ambiente
del viento y el agua al navegar: “¿para qué hemos rodado en escenarios
naturales, entonces?” , dijo el director. Incluso coló, sin que viniera a
cuento de nada, el tema “Amado mio”, para que la gente pensara en ‘Gilda’ y se
mirara esta dama de Shanghai de otro modo. Con tanto despropósito, seguramente
el resultado final se parece entre poco y nada a lo que había imaginado en un
principio Orson Welles.
Lo que sí fue culpa única y exclusivamente de Welles fue
este intento de colarnos a una Rita Hayworth rubia platino; decía que había que
hacer un cambio con respecto a su anterior carrera, que tenía que madurar. Ésta
se dejó hacer, convirtiendo lo que ella veía como una posibilidad de recuperar
a su marido, en un flaco favor a su carrera. Por amor...
Información de más
- De un presupuesto inicial de 700.000$ se pasó a un coste total de más de 2.300.000$.
- Durante la grabación en México murió un miembro del equipo y otros enfermaron por el calor y los males tropicales.
- El yate del film es el mítico Zaca, propiedad de Errol Flynn. Se lo alquiló a Welles, pero no dejaba que lo capitaneara nadie más que él, con lo que le tenían que esperar para zarpar. Flynn, entre borracheras y escarceos amorosos no era, digamos, muy puntual.
- Tanto la crítica americana como el público en general, huyeron de esta película. En cambio, la crítica europea la ensalzó como obra maestra.
Cuanto menos, es una crítica atrevida. Tachar la actuación de Orson Welles como la de "Una lechuga pocha" o sugerir que pudiera haber sido el maestro de Paulo Coelho, resulta atrevido dado que el punto de mira es uno de los mitos de la historia del cine.
ResponderEliminarDesconcierta la nota global resultante se le pone al film: 4. Consultando en Filmaffininty y en IMDb las votaciones de los espectadores son 7,9 y 7,7 respectivamente.
En boca de Carlos Boyero, el cual suele ser bastante duro con su opinión: "Una de las mejores película de Welles (...) inquietante, morbosa, trágica".
Desconcierta la polaridad de opiniones.
Crítica con un punto ácido y cruel, aunque bien documentada.
mE QUEDO CON LA BOCA ABIERTA ANTE SU CRÍTICA....AL MENOS ESTA BIEN DOCUMENTADA,,,PA LOS GUSTOS HAY COLORES, PRIMO...PERO ME DA YUYU PENSAR QUE PELICULA LE PAREZCA BUENA... A MI ME PARECE QUE LA DAMA DE SHANGHAI ES UNA OBRA MAESTRA
EliminarApreciada Ana,
ResponderEliminaren primer lugar permítame agradecerte el comentario.
La crítica, como cualquier otro acto de opinión, es algo totalmente subjetivo y parte de su gracia está en la disparidad de criterios. Aunque las notas que reciben los films en estos webs debe ser algo que poner en cuarentena: cuánta gente que pone buena nota a 'El acorazado Potemkin' o 'Doctor Zhivago' no han tenido narices de verlas enteras! Pero ya se sabe, decir que a uno le gusta Eisenstein o Lean siempre queda bien. Lo mismo pasa con Welles.
A pesar de todo, por su comentario me da la sensación de que no ha visto usted la película. No me atrevo a recomendársela por no hacerle pasar un mal rato, pero si no tiene nada mejor que hacer... lo que sí le recomiendo es la página de Facebook "Por un mundo sin Carlos Boyero"
Un saludo.
EL QUE HIZO LA CRITICA, SABE DE CINE NEGRO, COMO YO DE FISICA CUANTICA..................UN PACATO QUE NI MENCIONAL EL FINAL DE LOS ESPEJOS, QUE SI PARA ÉL NO EXISTE, MEJOR QUE SE DEDIQUE A VENDER TURRONES EN EL PARQUE
EliminarCreo que no tiene suficiente talento ni para eso.
EliminarMe agradó la película, exigir a Orson Welles, realizar una obra más bella que El ciudadano Kane, es muy ambicioso, es duro; pedirle a Rita Hayworth que brille más que en Gilda, es terrible... fue buena, pero no maestra, en eso coincido, para mí, decir que fue pésima, es injusto, la escena final, fue muy buena, en mi opinión. Pero faltó algo, sí es cierto. Saludos.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo sé por qué tan mala crítica. Si bien no es una obra maestra, su guión es original, las actuaciones son buenas (incluso la de Hayworth a quien tachas de no saber actuar), la fotografía es excelente. Para mí que tienes algo contra Welles
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con la critica. Pelicula fallida, pero no aburre, eso si.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEsta supuesta crítica ya tiene más de dos años y no habrá muchos desafortunados que pasen por aquí... porque la crítica no debería ser subjetiva, la opinión sí, y esto no pasa de ser una mala opinión de alguien a quien no le gusta el cine y debe ser un tipo muy triste...
ResponderEliminarSi estás a tiempo deberías espabilar y disfrutar de las grandes obras de la historia del cine -y Welles tiene unas cuantas- y no verlas pensando en hacer un comentario epatante para que alguien piense lo listo que eres...
En fin, allá tú...
No acabo de estar del todo de acuerdo. Antes de focalizarme a analizar sobre el tema, no veo cuál es el propósito de atacar al pobre atrevido que se ha lanzado a dar su opinión personal, bien documentada y redactada, con unos argumentos sólidos. Frases como "...debe ser un tipo muy triste..." o "...para que alguien piense lo listo que eres..." demuestra la ignorancia que se presenta, pero, como veo que no entiendes argumentos bien caracterizados y con una estructura cohesionada, tiraré por tu juego provocativo. Lo que es triste es ver a alguien como tú con una mente tan cerrada. Eres el típico que no acepta que alguien no piense igual que tú y eso reduce tu mundo muchísimo. No paro. Estoy seguro que no eres más que un seguidor de lo que la gente cree que es "bueno" y rechaza todo lo que dicen que es "malo", vamos, un seguidor de masas de toda la vida. Decepciona bastante que seas así. ¿La personalidad también te la definen las masas? Porque, por lo que creo, no pareces labrarte nada por ti mismo con ese carácter tan "millennial".
EliminarDespués de haber jugado tu juego, quiero centrarme ahora en la película. Sí tengo que ser sincero al decir que, durante la lectura de la crítica, me he opuesto a algunas ideas comentadas, pero al fin y al cabo es una opinión. Sin embargo, también me ha ayudado a ver la película desde otra perspectiva y aunque me guste, reconozco que los errores destacados le bajan la nota.
Por último pero no menos importante, te invito a que abras un poquito más tu mundo, ¡pero no mucho!, no sea que no estés preparado para escuchar a los demás cuando solo quieres que te escuchen.
Y al crítico, buena crítica. Ha sido atrevida y aunque no comparta algunas opiniones comentadas, me ha ayudado a verla desde otro punto.
Un saludo.
Jajajaj, me divierten mucho estos comentarios de películas de personas a las que les gusta escribir, el problema es que no sabe de qué.
ResponderEliminarPero el mundo da para todo, y como dijo Michael O’Hara al final de "La dama de Shangai": Todos somos el tonto de alguien más.
En todo caso, agradezco al cielo enormemente que Orson Welles haya tenido la posibilidad de actuar y dirigir, y agradezco que a los críticos no se les de la posibilidad de hacer cine, total, hablando no hacen mal a nadie.
Intentando ver la película de nuevo (por Rita Hayworth, bellísima), y ante el hecho de que la película despertaba en mí ciertos pensamientos, he buscado en Internet y leído varias críticas, hasta llegar a ésta. Debo decir que mis pensamientos coinciden totalmente con los de esta crítica. Hay alguien más que piensa como yo; me congratula. Y también lo felicito por la pulcra redacción del artículo.
ResponderEliminarChaval, deja las críticas...No tienes ni idea: Welles, junto a Ozu y Fellini, es uno de los más grandes.
ResponderEliminarDa risa leer esto. Es como si estuvieras hablando de Chuk Norris o algo así.
Hace tiempo que no leía algo tan malo.
¡Felicitaciones por el comentario de la película! Hace tiempo vi este film y no me gusto nada. No me simpatiza Orson Welles, pero ayer vi "Los amores de Carmen" de Rita y estoy pensando volver a ver esta a ver si le encuentro algo. Saludos.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSi bien es cierto que la trama se vio desfavorecida con los recortes, a mi me gusto mucho esta película, y todavía más uno de esos "libros de segunda" en que se basó Welles para hacerla. Y si muero antes de despertar me parece un policial realmente bueno, digno de ser leido. Toda la critica me parece un poco tendenciosa. En lo único que concuerdo es en que Rita Hayworth era realmente hermosa
ResponderEliminarLo que pasa es que cuando se ve una película en modo crítico, nos creemos cineastas y hablamos de cómo la habríamos hecho, evidenciando nuestras limitaciones. El mayor mérito de esta película es que soporta incoherencias, saltos y contradicciones, y no deja de ser una obra de arte por donde se la mire.
ResponderEliminarSe evidencia mucho que el crítico no entendió la película cuando habla de que Welles actuaba como un tonto... y que una mujer como la Señora Vannister jamás podría haberse enamorado de alguien así. Pues, entérate de que el personaje de Welles era un tonto, lo dice de principio a fín, incluso al final, cuando reconoce que fue tomado por etúpido y dice "todos somos el tonto de alguien más", y por supuesto, la Sra. Vannister jamás estuvo enamorada de O´Hara, justamente, lo quería utilizar para matar a su marido. O sea, no entendiste nada, y en el camino, te despachás con una crítica pedorra y "bien documentada" sobre una obra maestra, que tiene el sumo mérito de que la forma se sobreponga al contenido y que el acuerdo con el espectador sea tan fuerte que logre finalmente entenderse e impactar, pese a todos los errores y torpezas que, sin duda no habrían estado si se hubiera respetado el corte del director.
No entiendo lo de faltar al que escribe... Criticar al crítico no mejora la película. La crítica es una opinión personal de quien la escribe y no significa que el crítico sea un cineasta frustrado. Es que él ha visto o ha hecho hincapié en unas cosas que, por su idiosincrasia, le ha parecido que merecían ser destacadas y cada uno de nosotros se habrá fijado más en otras...
EliminarCada uno es libre de opinar como quiera, y si a este crítico no le ha gustado la peli tiene todo el derecho del mundo de explicar por qué.