Dudo que no haya nadie que no tenga un clásico por visionar. Hasta nuestro querido Charlie tiene alguno que otro (lo pongo como ejemplo por ser un mentor en la materia). Pero la palabra "clásico" no es sinónimo de "éxito" o "esta película es la repera". Por ello hoy estamos aquí, para hablar de un clásico que recientemente he visionado y, por desgracia, no voy a recomendar.
¿De qué va?
¿De qué va?
Harry Caul (Gene Hackman) es un profesional que se dedica a la vigilancia. A Caul le ha encargado grabar la conversación entre un hombre y una mujer, un trabajo que a simple vista parece sencillo pero que, al final, resulta ser algo peligroso para los inmiscuidos.
La crítica
Hablar de una película de Francis Ford Coppola es hablar de la película de uno de los directores más grandes de la historia del cine. Si además el protagonista es encarnado por el mítico Gene Hackman, ya ni te cuento. Y sí encima digo que la película me aburrió por completo... Mejor me preparo para retirarme al exilio.
De todos modos, mejor empecemos por el principio: a Harry Caul le piden vigilar a dos personas, grabar lo que dicen, y, aunque parece un trabajo como otro cualquiera, un seguido de elementos hacen que Caul se le encienda la luz de emergencia.
El planteamiento en si es muy tentador, hace que nos cuestionemos múltiples preguntas: ¿qué es lo que esconde esa grabación que es tan importante? ¿Quiénes son los dos individuos? Y alguna otra más que me hice en su momento y que ahora no recuerdo. Todas las poreguntas encienden la llama de la curiosidad en el espectador, haciendola mayor a medida que Caul va descifrando el contenido de la grabación. Sin embargo, la cosa va a menos demasiado rápido.
En ese sentido, la llama empieza a titubear cuando nos hablan más del personaje de Hackman que del tema principal que nos incumbe, terminando por desvanecerse antes de que el espectador se de cuenta. ¿Por qué? Porque Caul es una persona totalmente vacía, desconfiada y simple. No tiene mucho que ofrecer y sin embargo insisten concienzudamente, pasando a ser una prioridad y lo que realmente importa, la grabación, algo totalmente secundario.
Recordad que hablamos de una obra que se basa en el thriller y el misterio, que no son generos especialmente rápidos pero si muy intensos y, en este caso, la intensidad no llega a presenciarse. El ritmo lento no ayuda para nada, tan solo nos hace ver claramente que el argumento no avanza, que lo único que importa es ahondar en que Caul es un antisocial y un desconfiado.
Y de donde no hay, no se puede sacar. Se pierde el interés por centrarse tanto en un personaje que no engancha, que nos lleva a pensar hasta que el propio Gene Hackman hace mal su trabajo. No convence.
Sí que es cierto que hay un planteamiento interesante, como ya he comentado, así como una temática curiosa pero la falte de tensión, de intriga y la insistencia en Caul... Pasan factura. El conjunto en si hace que 'La conversación' se pierda durante gran parte del metraje y vuelva al final.
A su favor, Coppola filma un buen cierre gracias a un plot twist (giro argumental) que nos deja boquiabiertos y gusta. Por desgracia, si hubiese habido más hincapié en la verdadera trama y no en el personaje de Caul, la cosa habría ido a más. La falta de tensión, de intriga se ven reflejados en un final que debería de impactarnos mucho más y desde luego que el resultado final no sería, para nada, el mismo.
Muchos me dirán que es una buena película para la época, para el momento, que dentro del contexto histórico era genial pero no compro. Las obras tienen que gustar ayer, hoy y mañana, es un hecho. Si 'Psicosis' (1960) me dejó patidifuso, no puede ser que otra película más "moderna" no logre entretenerme.
Y es por ello que 'La conversación' no me ha gustado, porque no me ha entretenido. Es una película falta de ritmo y muy pesada. Empieza con buen pie pero se estanca e un personaje que es incapaz de soportar la carga que supone ser protagonista. Por cierto, que joven estaba Harrison Ford.
Hablar de una película de Francis Ford Coppola es hablar de la película de uno de los directores más grandes de la historia del cine. Si además el protagonista es encarnado por el mítico Gene Hackman, ya ni te cuento. Y sí encima digo que la película me aburrió por completo... Mejor me preparo para retirarme al exilio.
De todos modos, mejor empecemos por el principio: a Harry Caul le piden vigilar a dos personas, grabar lo que dicen, y, aunque parece un trabajo como otro cualquiera, un seguido de elementos hacen que Caul se le encienda la luz de emergencia.
El planteamiento en si es muy tentador, hace que nos cuestionemos múltiples preguntas: ¿qué es lo que esconde esa grabación que es tan importante? ¿Quiénes son los dos individuos? Y alguna otra más que me hice en su momento y que ahora no recuerdo. Todas las poreguntas encienden la llama de la curiosidad en el espectador, haciendola mayor a medida que Caul va descifrando el contenido de la grabación. Sin embargo, la cosa va a menos demasiado rápido.
En ese sentido, la llama empieza a titubear cuando nos hablan más del personaje de Hackman que del tema principal que nos incumbe, terminando por desvanecerse antes de que el espectador se de cuenta. ¿Por qué? Porque Caul es una persona totalmente vacía, desconfiada y simple. No tiene mucho que ofrecer y sin embargo insisten concienzudamente, pasando a ser una prioridad y lo que realmente importa, la grabación, algo totalmente secundario.
Recordad que hablamos de una obra que se basa en el thriller y el misterio, que no son generos especialmente rápidos pero si muy intensos y, en este caso, la intensidad no llega a presenciarse. El ritmo lento no ayuda para nada, tan solo nos hace ver claramente que el argumento no avanza, que lo único que importa es ahondar en que Caul es un antisocial y un desconfiado.
Y de donde no hay, no se puede sacar. Se pierde el interés por centrarse tanto en un personaje que no engancha, que nos lleva a pensar hasta que el propio Gene Hackman hace mal su trabajo. No convence.
Sí que es cierto que hay un planteamiento interesante, como ya he comentado, así como una temática curiosa pero la falte de tensión, de intriga y la insistencia en Caul... Pasan factura. El conjunto en si hace que 'La conversación' se pierda durante gran parte del metraje y vuelva al final.
A su favor, Coppola filma un buen cierre gracias a un plot twist (giro argumental) que nos deja boquiabiertos y gusta. Por desgracia, si hubiese habido más hincapié en la verdadera trama y no en el personaje de Caul, la cosa habría ido a más. La falta de tensión, de intriga se ven reflejados en un final que debería de impactarnos mucho más y desde luego que el resultado final no sería, para nada, el mismo.
Muchos me dirán que es una buena película para la época, para el momento, que dentro del contexto histórico era genial pero no compro. Las obras tienen que gustar ayer, hoy y mañana, es un hecho. Si 'Psicosis' (1960) me dejó patidifuso, no puede ser que otra película más "moderna" no logre entretenerme.
Y es por ello que 'La conversación' no me ha gustado, porque no me ha entretenido. Es una película falta de ritmo y muy pesada. Empieza con buen pie pero se estanca e un personaje que es incapaz de soportar la carga que supone ser protagonista. Por cierto, que joven estaba Harrison Ford.
Información de más
- Años después, Gene Hackman hizo el papel de un agente de la NSA experto en supervivencia en la película 'Enemigo público' (1998) y las imágenes de dicho carácter cuando era joven pertenecen a esta película.
- Gene Hackman tuvo que aprender a tocar el saxo para el papel.
- Es la película favorita de Francis Ford Coppola dentro de su filmografía.
Nota final: 4
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